domingo, 27 de mayo de 2012

LAS MALVINAS VAN Y VIENEN por Fernando del Paso escritor mexicano

omingo, 27 de mayo de 2012

 
LAS MALVINAS VAN Y VIENEN

Cuando empezó a viajar con frecuencia a Londres, el escritor mexicano Fernando Del Paso ya había publicado José Trigo y Palinuro de México, por el que el mismo año de la guerra de Malvinas obtendría el premio Rómulo Gallegos. Cuando se declaró la guerra trabajaba como productor de programas y locutor de la BBC de Londres. El va y ven de las Malvinas, que por estos días se distribuye en Argentina, es un cuaderno de bitácora de un mexicano amante de Londres que por su condición de “sudamericano” caerá bajo un manto de sospecha. Aquí se publican algunos fragmentos del prólogo de Del Paso a esta serie de artículos que en su momento fueron escritos y publicados al calor de la guerra.
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http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Fernando Del Paso
Son como islas flotantes. Algunas veces los ingleses se asoman a la ventana y allí, en el horizonte, como si estuvieran a punto de desembarcar en las costas de Southampton, están las Malvinas. O islas Falkland, como las llaman. Es entonces cuando se acuerdan de ellas.
Otras veces se alcanzan a ver desde Buenos Aires. O mejor dicho, todos los días: los argentinos nunca las olvidan. Para ellos siempre están presentes.
Hace 30 años, nadie las veía por ninguna parte.
Y de pronto, surgieron en medio de las aguas, como un volcán.
El Atlántico Sur estaba en llamas.
Yo vivía en ese entonces en Londres y trabajaba en la British Broadcasting Corporation, más conocida, a lo largo y redondo del planeta, como la BBC. Me desempeñaba en los External Services o Servicios Externos como traductor, locutor y productor de programas de radio del Servicio Latinoamericano. Y ocasionalmente como entrevistador de personajes latinoamericanos que pasaban por Londres. Es decir, de aquellos que nos asignaban. En una ocasión entrevisté a un hermano de Ernesto Guevara. Mis jefes no permitieron que, en la presentación de la entrevista, mencionara su vínculo familiar con el Che. La entrevista, de la que se cortó todo lo que se decía sobre el héroe argentino, quedó reducida a una conversación insulsa e intrascendente con un médico sudamericano que visitaba nuestra emisora.

 En otra ocasión, uno de mis colegas conversó con la hermana de Fidel Castro, Juanita. Esa vez se hizo hincapié, en la introducción, en su parentesco con el líder cubano, y no hubo cortes: el odio de Juanita le dio a la entrevista el tono deseado por la BBC. (...)

La invasión de las islas por los argentinos causó una verdadera conmoción no sólo en los círculos políticos británicos: también en el Servicio Latinoamericano de la BBC. Los periodistas mexicanos, chilenos, argentinos, venezolanos y de otras nacionalidades latinoamericanas que entonces trabajábamos en la BBC nos enfrentamos a un dilema inesperado. Todos sabíamos que uno de los principales propósitos del entonces tirano de Argentina, el general Galtieri, era el de distraer a su pueblo de los crímenes de lesa humanidad cometidos por su gobierno durante la llamada Guerra Sucia, mediante un chubasco súbito de patrioterismo y demagogia.
Pero también todos estábamos conscientes de un hecho simple y elocuente: las Malvinas están situadas a unos 500 kilómetros del litoral sudoriental de la Argentina, y a diez, quince, veinte veces más lejos de las costas de Gran Bretaña, y sin la menor duda su historia justificaba y justifica aún la reclamación de su soberanía por parte de los argentinos.


El va y ven de las Malvinas. Fernando Del Paso 

Salvo unos tres o cuatro de nosotros, que padecían de una anglofilia rabiosa, el resto no sabía qué hacer. Pronto lo sabríamos: nada. En una reunión de emergencia en las oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, unos funcionarios se encargaron de darnos las instrucciones pertinentes. Con la soberbia clásica británica que en ocasiones puede ser inmensa, nos ordenaron que en los noticieros nunca mencionáramos a las Malvinas sin antes dar su nombre en inglés: islas Falkland. A continuación nos dieron una lección de historia (de su historia, la británica), en un intento por convencernos de que eran ellos, los ingleses, los únicos propietarios, legítimos, de las islas y lo seguirían siendo (...).
Nuestra opinión, por lo tanto, no sólo importaba un comino: estaba censurada.
Segundo, fue inútil ese lineamiento, porque apenas a dos o tres días de la invasión de las islas, los británicos se sacaron de la manga, de la noche a la mañana, una estación de radio de onda corta, en español, a la que llamaron Radio Atlántico Sur. Ninguno de nosotros, los colaboradores del Servicio Latinoamericano de la BBC, identificó alguna de las cinco o seis voces que transmitían en nuestro idioma, y que eran evidentemente voces educadas para la radio, claras y convincentes. Creo que sobra decir que la clase de propaganda que esa radio fantasma transmitía sí que era cínica y agresiva: la Gran Bretaña estaba en guerra con un país latinoamericano.
Lo peor fue que, en el momento del nacimiento de Radio Atlántico Sur, las autoridades británicas incautaron en beneficio de ésta las repetidoras que tenía la BBC en las islas Santa Elena y Antigua, indispensables para que las transmisiones de nuestro servicio llegaran a toda Latinoamérica: desde el río Bravo hasta el cabo de Hornos. En otras palabras, el propio gobierno bloqueó a la BBC. La redujo al silencio.
Mientras tanto, yo gocé el privilegio de sí dirigirme a alguien. A un público. Desde unos tres años antes yo había comenzado a colaborar, desde Londres, con un artículo semanal, para la revista mexicana Proceso. Inevitablemente, el conflicto bélico de las Malvinas me absorbió por completo, y sobre él escribí con pasión y asombro, en ocasiones con furia, la serie de artículos que el lector encontrará en las páginas siguientes. Los escribí a sabiendas de que no pasarían inadvertidos para el Latinamerican-Desk como llamaban en el Ministerio de Relaciones Exteriores británico a la oficina que, entre otras cosas, monitoreaba la producción y las opiniones de prácticamente todos los medios impresos y audiovisuales latinoamericanos y de que esto pondría en riesgo mi trabajo en la BBC.
Como por arte de magia, desde el día siguiente a la victoria sobre Argentina, desapareció el súbito orgasmo de patriotismo que habían experimentado los súbditos de Su Majestad británica cuya mayoría es una de las más apolíticas del mundo, y todo quedó en calma. Radio Atlántico Sur se esfumó en la nada de la que había salido, y la BBC tuvo debo reconocerlo la nobleza de no despojarme de mi empleo.
Pero el daño ya estaba hecho. Después de vivir dos años en Estados Unidos, once en Inglaterra y visitar París con frecuencia, me sentía ya como una especie de “ciudadano del mundo”. Me sentía también cada vez menos extranjero. Y de pronto, en unos cuantos días, esa ilusión se derrumbó: los ingleses me restregaron en la cara mi extranjerismo. Yo era originario de un país y de un continente subdesarrollados, y sólo un empleado al servicio del imperialismo.
Las Malvinas decidieron mi salida de Londres, una ciudad que quise tanto y por la que todavía siento profunda nostalgia. No fue fácil: vivía yo con mi esposa y mis hijos, y no era nada más cuestión de empacar y subirse al siguiente avión. Me había transformado, además, en nuestro barrio de Sydenham, en un southamerican más. Porque así nos llaman a todos los latinoamericanos en Inglaterra: sudamericanos. No saben distinguir entre un peruano y un chileno, o un venezolano y un argentino. A todos nos miden con el mismo rasero. Confieso, sí, que nuestros vecinos se portaron con nosotros de manera amable, haciendo gala de esa clásica cortesía inglesa muchas veces hipócrita, pero siempre útil en el trato cotidiano, pero no había ya nada que hacer: éramos bichos raros. Eramos más extranjeros que nunca.
Tres años después, dejamos Londres para siempre.












BOLIVIA Y LAS MALVINAS,

Argentina agradece apoyo de Bolivia en su reivindicación sobre las  Malvinas ...
AFP
LA PAZ — .
hace 3 horas  LA PAZ — El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, agradeció a nombre de su país, este domingo en Cochabamba, el apoyo que Bolivia brindó a la reivindicación sobre las Malvinas, en un acto que contó con la presencia de 10 ex combatientes de la guerra de 1982.
"Quiero agradecer muy especialmente el apoyo en la gesta y soberanía de las Malvinas del gobierno y pueblo boliviano", afirmó Boudou, en un acto en Cochabamba, a 400 km al este de La Paz, que homenajeó una rebelión de mujeres criollas contra la corona española en 1812.
El acto contó con la presencia del presidente Evo Morales, su vicepresidente, Álvaro García, ministros de Estado, el Alto Mando Militar y autoridades de la gobernación y la alcaldía local.
Boudou, a nombre del gobierno argentino, fue invitado a participar de los actos realizados a los pies del monumento público La Coronilla que homenajea la gesta de mujeres criollas que se enfrentaron a la dominación española, hace 200 años.
El vicepresidente dijo que llegó a Bolivia "con 10 ex combatientes argentinos de Malvinas, acompañando a la gesta de las Heroínas de La Coronilla".
Bolivia apoyó en todos los foros internacionales la reivindicación de la República de Argentina sobre las islas Malvinas, en su diferendo con Gran Bretaña, que provocó una guerra entre ambos países en 1982, en la que murieron 649 argentinos y 255 británicos.



miércoles, 4 de abril de 2012

Aniversario 30 de Guerra de las Malvinas Cuentas pendientes no conservan amistades

Aniversario 30 de Guerra de las Malvinas Cuentas pendientes no conservan amistades
LAURA BÉCQUER PASEIRO   http://www.granma.co.cu/2012/04/02/interna/artic01.html

El 2 de abril de 1982, Argentina y Reino Unido se enfrentaron en una guerra por la soberanía de las Islas Malvinas. La contienda bélica dejó un saldo de 649 militares argentinos muertos, 255 británicos y tres civiles isleños.
Uno de los tantos actos en recordación a los caídos durante la guerra.
Estas divergencias datan de 1833, cuando el 2 de enero el capitán de la Armada Británica, John James Onslow, comunica a las autoridades argentinas en la Islas que tomaba posesión de las mismas y les solicita que abandonen la zona.
Los pocos argentinos que las habitaban fueron desalojados por la fuerza expedicionaria británica, que se apoderó violentamente del archipiélago y estableció en su lugar una pequeña colonia. Tal accionar acuñó el carácter colonialista del conflicto.
Los territorios, firmemente reclamados por el Gobierno de Argentina, son asumidos como una zona integral e indivisible de su espacio que se halla ocupada ilegalmente por una potencia invasora. En tal sentido, las hace parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, donde son agrupadas junto a las islas Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Orcadas del Sur, en el Departamento Islas del Atlántico Sur. La disputa comprende también los espacios marítimos adyacentes.
Varios analistas sostienen la teoría de la existencia de una operación de la Inteligencia británica. A la isla de Georgia fueron enviados obreros argentinos que enarbolaron su bandera patria en el lugar. Ello produjo el pretexto deseado por los ingleses: indignarse ante la "falta de respeto" y movilizar sus buques hacia la zona. De tal forma, si la nación sudamericana permanecía impasible a la provocación, hubiera supuesto una renuncia implícita a sus derechos soberanos sobre las Malvinas. La encerrona había funcionado. Así lo reseña Bruno Tondini en el texto Islas Malvinas, su historia, la guerra y la economía, y los aspectos jurídicos y su vinculación con el derecho humanitario.
Para la estrategia británica era indispensable que Buenos Aires jugara el papel de agresor. "El objetivo británico era buscar la posibilidad de reaccionar militarmente con todos los recursos de la Royal Navy tal como lo tenían previsto desde 1976 y, desligados de la tutela de la ONU, actuar en defensa propia y construir su ‘Falkland Fortress’. Tal fortaleza liquidaría por completo nuestros reclamos de soberanía", asegura Tondini.
En sus memorias, la premier británica Margaret Thatcher realza la importancia del triunfo inglés como un triunfo personal de su Gobierno. Ello contribuyó a que subsistiera por dos periodos más en el poder, en un momento en el que los conflictos mellaban en la sociedad británica. De hecho, "la dama de hierro" rechazó toda posibilidad de una solución negociada.
Al respecto, en una de sus reflexiones Fidel califica de "criminal el despojo que significó para Argentina arrebatarle un pedazo de su territorio en el extremo sur del continente. Allí emplearon los británicos su decadente aparato militar para asesinar bisoños reclutas argentinos vestidos con ropas de verano cuando ya estaban en pleno invierno. Estados Unidos y su aliado Augusto Pinochet le dieron a Inglaterra un desvergonzado apoyo".
Y es que precisamente los yankis favorecieron resuelta y descaradamente al Reino Unido durante la contienda. Su objetivo: apuntalar el dominio de Londres en una zona que forma parte del sistema integrado de defensa de la OTAN y de los planes militares estadounidenses en el Atlántico Sur.
Documentos desclasificados del Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia revelan los detalles de la participación de la Casa Blanca durante la guerra de las Malvinas. El periodista Martín Granovsky, en el diario Página/12, destaca entre ellos una carta del presidente Ronald Reagan a su secretario de Estado, Alexander Haig. En la misiva Reagan, le dice a Haig: "después de haber leído tu informe sobre tus conversaciones en Londres, queda clara la dificultad que entrañará lograr un compromiso que le permita a Maggie (refiriéndose a la Thatcher) seguir y al mismo tiempo pase el test de ‘equidad’ con nuestros vecinos latinos. En esas condiciones no hay mucho margen de maniobra en la posición británica y no se puede ser optimista". Reagan propuso a Haig insistir en una presencia multinacional y lograr de Leopoldo Galtieri (ocupó de facto la presidencia argentina entre 1981 y 1982, durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional), un compromiso de retiro de fuerzas compatible con lo que se pedía al Reino Unido sobre una distancia mínima de sus submarinos nucleares.
El respaldo de Washington a Gran Bretaña ratificó la farsa e inoperancia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Entre los artículos de este pacto de defensa de 1947, está el 3.1 donde se establece que un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos. El TIAR se ha invocado, al menos 20 veces, pero solo de acuerdo con los intereses de la Casa Blanca, lo mismo para juzgar a Cuba que en aras de justificar su llamada guerra contra el terrorismo.
CAUSA COMÚN
Treinta años después de aquella escalada militar, Buenos Aires sigue reclamando sus derechos en el archipiélago del Atlántico Sur, mientras se enfrenta a un Londres cada día más intransigente y prepotente.
El envío del príncipe William a las Islas y la presencia de un potente buque nuclear inglés en las aguas sureñas, no se corresponde con la política esgrimida por Argentina de sentarse a negociar y resolver el conflicto mediante el diálogo. Obviamente, Londres se rehúsa a ello y opta por desacatar las recomendaciones del Comité de Descolonización de Naciones Unidas y la Resolución 2065 de la Asamblea General, que insta a las partes a buscar una solución pacífica al diferendo.
Argentina calificó tales acciones como una provocación para "mostrar la presencia militar británica en una zona de paz donde no hay conflicto armado".
Con ello el gobierno europeo solo le subió el tono al diferendo militarizando aún más el Atlántico Sur y violando los acuerdos regionales que velan por la desnuclearización de esta zona. El primer ministro británico David Cameron proclama, como lo hiciera en su momento Margaret Thatcher, su derecho a usar los submarinos nucleares para matar.
El politólogo argentino Atilio Borón considera que desde hace mucho tiempo su país estaba "atrapado entre las secuelas paralizantes de la ignominiosa derrota sufrida hace casi 30 años —producto de la incompetencia, fanfarronería y demagogia de la dictadura genocida—, y la vía muerta de una estrategia diplomática que, pese a su perseverancia, no rindió frutos porque el mal llamado ‘orden mundial’ es en realidad un cruento e injusto desorden en donde solo por excepción deja de regir la ley del más fuerte".

No obstante, el valioso apoyo que la región latinoamericana le ha dado a la causa muestra que Argentina no está sola en su reclamo por el legítimo derecho que le asiste. En esta batalla que viene librando hace 179 años, los pueblos al sur del Río Bravo han hecho causa común, rechazando el colonialismo maquillado del Reino Unido. El gobierno de ese país desconoce que el mundo está cambiando, y el desprecio de nuestro hemisferio y de la mayoría de los pueblos hacia los opresores se incrementa cada día, como afirma Fidel.
Allí están las valientes y enérgicas posiciones de organismos regionales como CELAC, MERCOSUR, UNASUR, ALBA. Sus declaraciones tienen en común el llamado a las partes a reanudar las negociaciones y la ratificación de que ese archipiélago austral, ocupado por Gran Bretaña, constituye parte inseparable del territorio nacional argentino. 

Aun cuando la solución a esta prolongada controversia no se ha perfilado todavía, es admirable la firmeza con la que el Gobierno y el pueblo argentinos no han cejado en su justa demanda. La historia le sigue debiendo a esa hermana nación.

La Asamblea Nacional de Cuba respalda a Argentina sobre las Malvinas

04/04/2012 - 15:51



La Habana, 4 abr (EFE).- La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba ha expresado su solidaridad con la reclamación argentina de las islas Malvinas al cumplirse este lunes 30 años del inicio de la guerra argentino-británica, informaron hoy medios oficiales.

Los diputados de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional "se solidarizan con la causa argentina en este empeño, y reiteran su convicción de que las islas Malvinas son y seguirán siendo argentinas", según una declaración aprobada el 2 de abril por el Parlamento y divulgada hoy por el diario oficial Granma.

La declaración añade que el "desalojo por la fuerza de los argentinos de sus islas Malvinas" por parte de tropas inglesas cumplirá 180 años en enero del próximo año y "todavía ese hermano pueblo y su Gobierno continúan reclamando la devolución de la soberanía de ese territorio".

El Parlamento cubano también destaca que "la firmeza" de la "justa demanda" de Argentina ha sido respaldada por varias resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Comité de Descolonización de ese organismo, de todos los países de América Latina y de distintos foros internacionales parlamentarios.

En ese sentido, declara su adhesión a la posición del Parlamento Latinoamericano de apoyar "firmemente" la soberanía argentina sobre las Malvinas y otros territorios insulares como las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur y en los espacios marítimos circundantes, y que insta a concretar su "acto de descolonización".

La Asamblea de Cuba llama, asimismo, a los legisladores de otros parlamentos internacionales, regionales, federales y nacionales a que se pronuncien "en favor de estimular el proceso de negociaciones" que según la ONU debe celebrarse para restituir a Argentina su derecho.

El 2 de abril pasado se conmemoró el 30 aniversario de la ocupación de las islas Malvinas por tropas argentinas que hizo estallar una guerra contra el Reino Unido que concluyó con la rendición argentina el 14 de junio de 1982 y causó más de 900 muertos, en su mayoría argentinos.

Las Malvinas pertenecen a Argentina, dicen Sabina y Serrat

Las Malvinas pertenecen a Argentina, dicen Sabina y Serrat

4 Marzo 2012 11 Comentarios
sabina-y-serrat-trLos cantautores españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina respaldaron los reclamos argentinos de soberanía sobre las Islas Malvinas. Asimismo, el músico británico Steve Morrissey afirmó que “todos saben que las Malvinas pertenecen a la Argentina”.
De visita en Argentina, los artistas aseguraron que defienden el derecho de ese país sobre las Islas Malvinas. “Esto es evidente, de la misma manera que defendemos el derecho de los argentinos a sobrevivir a los intereses partiulares, personalistas que han tenido gran parte de la clase política de Argentina respecto a esta cuestión”, dijo Serrat.
El compositor consideró absurdamente desigual que en el pasado haya existido una guerra con gente desentrenada que no tenía posibilidad de defenderse “destruyendo prácticamente una fuerza aérea y lo hicieron, solamente por una cuestión de sobrevivir ellos en sus cargos”.
Por su parte, Sabina lamentó la desgracia de los soldados que fueron víctimas mortales sin saber por qué. “Yo creo que aquella fue una guerra hecha por un loco, por unos locos, en la que la gente murió desafortunadamente no estaban locos, eran unos pobres indefensos a los que dejaron abandonados a su suere”.

La Guerra de las Malvinas, 30 años después: “Cuesta entender que también fuimos víctimas”

a Guerra de las Malvinas, 30 años después: “Cuesta entender que también fuimos víctimas”

2 Abril 2012
Escena de la película Iluminados por el fuego
Escena de la película Iluminados por el fuego
Si se compara, por ejemplo, con la producción literaria y, sobre todo, cinematográfica de Estados Unidos de la guerra en Vietnam, se concluirá que las realizaciones argentinas que cuenten lo sucedido en Malvinas son escasas. En ese panorama yermo como el suelo de las islas, Iluminados por el fuego, el libro del ex soldado y periodista Edgardo Esteban que luego fue una película dirigida por Tristán Bauer y protagonizada por Gastón Pauls, fue algo así como un hito. Además fue el trabajo que difundió en forma masiva el maltrato que habían sufrido los soldados durante el conflicto, un tema que sólo se comentaba sotto voce.
Desde entonces, Esteban ha venido insistiendo en que no se debe tomar la dictadura militar por un lado y la guerra de Malvinas por otro sino que el conflicto armado fue parte de una dictadura que secuestró, torturó y mató, por lo que los vejámenes que ocurrieron durante aquellos aciagos 74 días de 1982 no fueron más que una continuidad, incluso con algunos protagonistas repetidos. En un café enfrente de las oficinas de la cadena Telesur, donde trabaja, Esteban asegura a Página/12 que la situación de los ex combatientes cambió con Cristina Kirchner, que hoy se vive una nueva etapa y que es posible que aquellos vejámenes sean investigados en la Justicia.
-Cuando la Presidenta plantea lo del Informe Rattenbach y la humanización de la guerra, también se descubre que la Argentina mantiene dos patas. Por un lado, si algo le ha dado credibilidad a esta gestión en el mundo ha sido su política de derechos humanos. Que en estos días Videla haya hablado de esa manera de los Kirchner en cierta forma es algo que dignifica lo que han hecho. Y en Malvinas es como que siempre hubo una nebulosa. Estaba la “gesta” de Malvinas, los “héroes” de Malvinas. Hasta para los propios organismos de derechos humanos siempre fue una cosa que no se tocaba, como si la dictadura hubiera terminado el 2 de abril. Este año hubo dos ex combatientes hablando en el acto del 24 de Marzo, lo que para nosotros marca un cambio, un punto de inflexión. No podíamos hablar de Malvinas, cuesta entender que también fuimos víctimas.
-Es raro que hayan tenido que pasar 30 años para que recién ahora comiencen a difundirse algunas denuncias de abusos y torturas que no se conocían.
-Había mucho miedo. Hay que pensar que no éramos muchos los ex combatientes que contábamos lo que había sucedido; yo empecé a hablar en el ‘85.
-¿Cuándo salió Iluminados por el fuego?
-En el ‘93, aunque había empezado a escribir cosas en el ‘85. Lo hice porque necesitaba sacar mi dolor interior, exorcizar mis fantasmas, reconstruir mi vida. Había empezado a hacer terapia, control mental, estudié teatro, busqué mil alternativas, pero no encontraba la manera de desahogar lo que me angustiaba, que era el silencio al que me habían obligado los militares. Cuando nos fuimos de la colimba, nos hicieron firmar en una declaración jurada que no podíamos hablar de Malvinas porque era una cuestión de Estado. Era condición para que te dieran la baja.
-¿Lo de ser periodista surgió como consecuencia de la guerra?
-Sí, yo antes de la guerra quería ser agrimensor, por eso allá en Malvinas manejaba los mapas. Cuando caemos prisioneros de los ingleses, nos llevan al puerto y había un barco. Venían las lanchas y nos decían que se llamaba Canberra. Yo les preguntaba a los suboficiales si volvíamos en el Canberra y me respondían: “Déjese de hablar boludeces”, porque según los diarios nosotros lo habíamos hundido. Cuando cruzamos la bahía y llegamos al barco y vemos la magnitud que tenía, fue una gran decepción. Me di cuenta de que la gran derrotada en una guerra es la verdad. Ahí me generó la inquietud con el periodismo. Lo mismo cuando escuchábamos la radio: cuando nos bombardeaban, decían que la zona había estado tranquila.
-¿Por la radio escuchaban las noticias que no sucedían?
-Sí, a veces bombardeos que no eran o ataques que no existían. Ahí empecé con el periodismo y después con el libro como manera de exorcizar los fantasmas. Yo pensé que ahí cerraba una etapa, pero no. Ahí empezaron los insultos y las amenazas, para algunos pasé a ser un traidor a la Patria. ¿Cómo iba a hablar de que los soldados teníamos miedo, que teníamos hambre, que nos hacíamos pis, que nos estaqueaban y nos torturaban, de los abusos de todo tipo? Pasé de ser un buen soldado, porque yo era dragoneante y tenía orden de mérito, a ser el peor. Lo que más me dolió es que en la Unidad donde hice el servicio militar soy un NN: pusieron un monumento y en vez de llamarme Edgardo Esteban me pusieron Eduardo Estebani. Fueron tan perversos que después me mandaban la foto a casa marcándome que yo no estaba, que era Eduardo Estebani. Pero ya estaba en la lucha, había que seguir. Lo entrevisté a Tristán Bauer por un documental que hizo sobre Eva Perón, le regalé mi libro y le dije que iba a ser su próxima película. Aunque la primera persona que me dijo que de Iluminados… tenía que hacerse una película fue León Gieco. Por eso la única condición que le puse a Tristán fue que si hacía la película, la música tenía que ser de León Gieco, cosa que pasó. Y creo que fue la película lo que multiplicó el debate.
-¿Este debate te parece que ayuda a aliviar a los ex combatientes o también les remueve cosas escondidas?
-A mí me parece que exorcizar los fantasmas siempre es bueno. Hubo dos cosas que a mí me ayudaron mucho: escribir el libro y volver a las islas en 1999. Fui el primer ex combatiente que volvió. Al volver me di cuenta de que la guerra había quedado en el ‘82. Me fascina que la semana pasada hayan viajado 60 ex combatientes, que hayan ido a correr, a pescar, a acampar.
-¿Qué es lo que tranquiliza, recorrer esos lugares y ver que no hay guerra?
-Claro. Como sería bueno que los kelpers vinieran a la Argentina continental y vean que acá no están ni Videla, ni Galtieri, que éste es otro país. El paradigma que marca la Presidenta es el de la paz. Yo no creo en las guerras, éste es un momento maravilloso para América latina y Malvinas también es Latinoamérica.
-En todos estos años, ¿volvió a encontrarse con alguno de sus jefes en la guerra?
-Sí, cuando escribí el libro, fui a comer en la Escuela Superior de Guerra con todos los oficiales y suboficiales con los que había estado. Fueron cuestionadores porque decían que no podía contar lo que salía en el libro.
-Lo que cuesta entender es cuál era la lógica con la que actuaron en las islas. Por ejemplo, ¿por qué negarles comida, por qué no alimentarlos como correspondía?
-Cuando quedo detenido en un depósito de YPF en Puerto Argentino, era un mar de comida. No había una logística. Mismo en el Informe Rattenbach, escrito por la dictadura en definitiva, se habló de los errores, de la incapacidad y la improvisación que hubo. Creo que el objetivo era tocar, conseguir el sistema de las tres banderas y volver, no era quedarse tanto tiempo. Pensar que nos rendimos el 14 de junio, una semana antes del invierno. Era inimaginable pensar en dormir en esos pozos con temperaturas mucho más severas y con nieve. Era la crónica de un final de guerra anunciado. Si los militares hubieran pensado en una guerra, no nos hubieran dado el armamento nuevo que nos dieron en Campo de Mayo cuando volvimos, mientras que nos llevamos a las islas armamento oxidado. No había ninguna lógica de combate.
-En ese encuentro que tuvieron, ¿los oficiales y suboficiales no reconocieron sus culpas?
-No, estaban sorprendidos porque yo siempre fui un soldado prolijo, con diploma de honor. Después dijeron cosas injustas que nunca les respondí porque estoy muy orgulloso de lo que hice, la vida me ha premiado y me ha dignificado. Lo que me duele de estos treinta años es que ningún oficial hizo una autocrítica de lo que sucedió en Malvinas, que no hayan pedido perdón. Algún día van a pagar el daño que han hecho porque se atendieron solamente 300 soldados en el Hospital Militar, pero hubo más de 400 suicidios que no tuvieron ningún tipo de contención. Se apresuraron en dar las bajas porque no sabían cómo contener toda esa carga emocional que traíamos. Eramos pibes de 18 años que nos creíamos inmortales, porque a esa edad pensás en vivir, tener tu pareja, estudiar. Ellos nos dejaron la cruz de la muerte para toda la vida.
-¿Usted vio estaqueamientos?
-Sí, el 90 por ciento eran por hambre. Algunos por quedarse dormidos en una guardia o llegar tarde a una formación. Eran perversos. Cuando nos bailaban nos hacían arrastrar; no podía ser que nos hicieran arrastrar en la turba mojada, con la poca ropa que teníamos. Chicos de 18 años que los dejaban toda la noche atados de pies y manos, los hacían correr cinco minutos para que no se congelaran y después los volvían a atar sobre el suelo mojado. La mayoría eran de la clase nueva, que tenían unos pocos días de instrucción. Cuando uno empieza a escuchar ahora las historias, ve que Iluminados por el fuego fue una puntita para que todo esto saliera a la luz. Es una etapa nueva. Ojalá que los organismos de derechos humanos puedan entendernos, acompañarnos y hacernos parte de este proceso de cambio que ha tenido la Argentina.
-¿Imagina que las denuncias pueden terminar en un juicio a los jefes militares, como ocurre con las desapariciones o los robos de bebés?
-Creo que va a costar mucho más, pero a la larga todo llega. Yo puedo mirar todos los días a mis hijos a los ojos. Escribí el libro con mi mujer embarazada. Tocaba esa panza y me metía de nuevo en las profundidades de la muerte. Y cuando se hizo la película, mi mujer esperaba a mi tercer hijo. Hay que apostar a eso, a esa construcción de vida. La guerra tiene que servirnos como una experiencia positiva en medio de toda la tragedia. Algunos quieren venir a contarnos una historia de Rambo, ellos hablan de la guerra como si la hubiésemos ganado. Tenemos héroes de guerra, sí; pero algunos de esos fueron represores en la ESMA y en la Base Naval de Mar del Plata. Y no asumen ese horror.
(Tomado de Página 12)

lunes, 2 de abril de 2012

GUERRA DE LAS MALVINAS 3O ANIVERSARIO: ENTREVISTA A UN EX COMBATIENTE


Entrevista


 30 Aniversario de la Guerra de las Malvinas: Entrevista a un ex combatiente.

 Entrevista  a Mario Volpe, ex combatiente en  la Guerra de Las Malvinas, actual presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas, La Plata, Argentina  CECIM.

autor: Isabel Cristina Batista 

                                                                 

texto

"El análisis de la histórica disputa por la soberanía no puede completarse sin la opinión de quienes pelearon en la guerra. Esperanzas, recursos naturales y estrategia diplomática"...



   LA Guerra de Las Malvinas constituyó uno delos hechos más duros y cruentos en el escenario internacional latinoamericano que este año cumple en abril su 30 Aniversario 

El  hecho generó un sentimiento de apoyo mayoritario en los pueblos  y gobiernos  de la región  por ser una reclamación  de soberanía territorial  largamente exigida , y actualmente sigue  siéndolo, por Argentina , de un  archipiélago  conjunto de islas  e islotes situadas en el Atlántico Sur  que incluye en sus dependencias  los archipiélagos  de las Islas Georgia, Sandwich y Shetland, contando con dos  islas principales  Soledad, donde se halla la capital  y Gran Malvina, una al este y otra al oeste, separadas por el Canal de San Carlos , todo usurpado desde 1833  por el poderoso  Imperio inglés  y donde la entonces Gobernación de Buenos Aires  había enviado  también entre 1774 y 1811 gobernadores españoles  por lo que  Las Malvinas  dependía  de dicha Gobernación  pasando a ser territorio argentino hasta  su apropiación   por los ingleses  quienes se establecieron en ellas y las llamaron Islas Falklands.

  Sin embargo, a pesar de las poderosas razones mencionadas, la paradoja de esta guerra  estaba en que siendo  una causa nacional  constituyó un recurso  estratégico  con fines políticos  de la Junta Militar que gobernaba la Argentina para sostenerse en el poder , Pero , sin dudas,  unió el sentimiento  de los argentinos  y en ella murieron 649   soldados argentinos y 233 soldados británicos .

  
Como hecho histórico  su exposición  es mucho más fehaciente  si podemos narrarlo  a través  de los que fueron  llamados; Los Chicos de la Guerra o de Los Iluminados por el Fuego  en los filmes  históricos testimoniales  argentinos  que describieron  la Guerra..En esta ocasión entrevistamos  a uno de sus protagonistas. Uno de aquellos jóvenes  de entonces, al Señor Mario Volpe, quien actualmente  es el presidente  del Centro de ex Combatientes Islas Malvinas  con sede en La Plata, Argentina (CECIM)  

 
 Mario, ¿Cuáles fueron sus sentimientos al ser llamado  a filas para la Guerra?
 
En principio fue de sorpresa, y angustia, Malvinas es un sentimiento nacional muy arraigado en el pueblo argentino, y un reclamo justo y antiimperialista desde sus inicios.

A nosotros no nos caben dudas de la justicia del reclamo y a quienes pertenecen, pero una dictadura militar , que llevo una política de represión al pueblo( estudiantes, trabajadores, niños., que además actúo  alineándose con otras dictaduras de América Latina, impulsadas por EEUU y por aliados directos entre ellos el Reino Unido, dictadura que siguió las políticas económicas de entrega del patrimonio nacional, y desapareció a a mas de 30.000 personas, de golpe nos encontramos con esta acción, militar sorpresiva, por una causa justa pero impulsada por un gobierno contrario a los intereses del pueblo.

Mi sentimiento fue de duda, porque estas causas nacionales no las impulsan políticas ni ejércitos que actuaron en contra de su propio pueblo de la manera que lo hicieron, pero, ahí estaba, y mi idea era defender lo nuestro y ser solidario con mis compañeros, los soldados de 19 años que fueron convocados para la guerra y que eran  civiles, no compartía la visión de los militares de carrera porque ellos actuaron antes en contra de los intereses populares y con políticas a favor de los imperialismos dominantes en ese momento.

 

Después de todos estos años transcurridos,¿ Cuál es su opinión respecto a la Guerra?

La guerra estuvo mal planeada, la causa era justa, nos retraso un montón respecto a acercar Malvinas a la Argentina, nos dejaron una base militar que controla con la excusa de defender a dos mil habitantes, todo el Atlántico Sur, e hizo que los británicos dilaten aun mas la posibilidad de sentarse a negociar, a sabiendas que no respetan ningún foro internacional. No van a la ONU...pero con su poder de veto dejan a estos pueblos  a merced de la fuerza. Ellos no respetan los foros pero que nos pasaría a nuestros países si somos nosotros los que no lo respetamos.
 
Sabemos  que en la actualidad, se sigue con mucho tesón, en  ámbitos diplomáticos,   la reclamación del derecho soberano de Argentina    por las Islas Malvinas, ¿Pudiera contarnos  de  estas Islas, sus recursos naturales,  tanto territoriales como de las aguas que las circundan,  además de la posición estratégica, que las hacen tan apetecibles  a los  que usurpan y a los que toleran ese ingerencismo?
El tema es que no son dos islas solamente, la cuestión Malvinas abarca un territorio enorme de casi 6.000.000 de km cuadrados hay dos argentinas más en el mar. Ellos no solo se apropian de nuestras Malvinas sino también de Georgia y Sándwich del Sur...que forman parte de nuestro territorio, que están unidas a la Antártida por la cadena montañosa de los Andes, que ahí se hace submarina. Eso les da según la teoría del sector de quedarse con el 90 % del territorio antártico argentino. Que si bien esta bajo el tratado antártico en estos momentos en el 2041 si no se renueven esos  territorios y sus recursos quedaran en manos de ellos. En la cuenca Malvinas hay petróleo, gas, y pesca que depredan sin control en nuestro mar, como siempre han sido explotadores de otros pueblos y sus recursos. y de acá a algunos años el bien mas preciado..el agua dulce que esta en La Antártida y en sus hielos continentales.
 
Recientemente, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, planteó la desclasificación del Informe Rattembach, y el CECIM, apoya esta desclasificación, pudiera decirnos ¿En qué consiste?
El informe Rattenbach es un amplio informe que hicieron los propios militares argentinos apenas terminada la guerra donde juzgan la actuación de las fuerzas armadas en ocasión del conflicto. Ese informe encabezado por el general en aquel entonces mas antiguo de las fuerzas, era muy duro para con ellos, y los condenaba a penas gravísimas a los que la condujeron, explicando militarmente los motivos.
Bajo el código de justicia militar de aquel entonces ya ante penas tan graves lo ocultaron, y eso es lo que hoy la presidenta Cristina envió a desclasificar. Saber la verdad de ese informe. El CECIM apoya porque en 1988 y clandestinamente habíamos publicado parte de esas conclusiones, 

  Conocemos además del repudio acerca de planteamientos realizados en la actualidad de la disputa  
acusando a la Argentina de “colonialista” ¿Qué pudiera comentarnos?

Lo que podemos comentar es que si los ingleses tienen un "Humor Inglés" en este caso deben haber ido al máximo, El Reino Unido e Inglaterra en particular sometido a pueblos durante cientos de años. Las colonias inglesas llegaban a mas de 33 millones de km cuadrados, impusieron a sangre y fuego a tantos pueblos, se llevaron lo mejor de todos lados y a los chinos por ejemplo los intoxicaron metiéndole el opio. Y aun hoy conservan colonias y son realmente ellos los colonialistas, a Malvinas no pueden decir que se pueden auto determinar porque nos sacaron por la fuerza en 1833 y son nada mas que fuerzas ocupantes. Los colonialistas de siempre!

Finalmente, después de 30 años de transcurrida la guerra con las reflexiones hechas y esclarecedoras, en este mundo globalizado, caótico, y dónde las guerras  han sido  catalogadas como preventivas,  sin tomar en cuenta a los Organismos Internacionales, ni a la opinión mayoritaria de los pueblos.  Si volviera a repetirse lo ocurrido  ¿Qué haría  usted por  las Islas Malvinas, como argentino?

Lo principal es no confiar más en esos foros internacionales, que responden a sus propios intereses, se deben seguir creando foros nuevos sin los países dominantes, y pensar Malvinas como parte de una región, porque Malvinas y sus recursos es una cosa, pero vienen por los recursos de todos. Regionalizar los problemas y las soluciones. No militarizar el Atlántico Sur, y rediseñar las fuerzas armadas, no para peligros regionales, ni enemigos internos si no para ocupar los espacios geoestratégicos vacios y defender los recursos naturales, en los cuales va el futuro de nuestro pueblo

Muchas Gracias


nota:autora Redactora-reportera(r). Lic Pedagógico Ciencias Física